El día de ayer 29 del presente mes de Noviembre, dio comienzo el TIEMPO DE ADVIENTO , tiempo de preparación espiritual para la celebración del nacimiento de JESUS.
El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico, que termina el día 24 del próximo mes de Diciembre. Son los cuatro domingos anteriores a la Navidad y forman una unidad con la Navidad y la Epifanía. Durante este tiempo el color usado en la liturgia de la Iglesia es de morado, que simboliza austeridad y penitencia.
Adviento , es un tiempo de oración, de reflexión, arrepentimiento, de perdón y de alegría.
Este año y debido a la gran epidemia, el CORONAVIRUS , que esta padeciendo, no solamente España sino también todas las naciones que integran el planeta, este camino lo vamos recorriendo con cierta tristeza y nostalgia con la esperanza de que nosotros los cristianos, a pesar de ello, vamos a conmemoran con alegría el nacimiento de JESUS.
Por si alguno de los lectores de esta página no recuerda el significado de cada una de las velas que componen la corona de Adviento, se hace a continuación un breve resumen sobre cada una de ellas.
VELA MORADA: Es la primera en encenderse y demuestra nuestro arrepentimiento y solicitando el perdón.
VELA VERDE: Que se enciende el segundo día de Diciembre, significa la esperanza.
VELA ROSA: Que se enciende el tercer domingo del citado mes de Diciembre, simboliza la alegría que sentimos por la llegada de Cristo.
VELA ROJA. Se enciende en el ultimo lugar; osea, el cuarto domingo y con ella representamos y confirmamos nuestro amor incondicional a Dios Nuestro Señor y él a nosotros.
VELA BLANCA: Se enciende el día 25 de Diciembre y se coloca en el centro de la corona, que en su lugar y en la corona que figura al principio figura la Virgen en espera, cuya vela simboliza pureza y representa la llegada y presencia de Jesucristo, al que estamos dando la bienvenida.
Pues, pidamos que la luz de estas velas a que se hace referencia nos ilumine nuestros corazones y que este camino que vamos a recorrer hacia la Navidad nos haga reflexionar con ese amor que Jesús nos da, después de haber ofrecido su vida por salvarnos a nosotros, y sepamos arrepentirnos de nuestras faltas y pedir perdón si a alguien hemos ofendido.
